Hoy en día, las gallinas ponedoras se crían normalmente en jaulas en batería para ponedoras, que ofrecen un entorno de producción relativamente sano y seguro, mejorando así su capacidad de puesta de huevos. Las jaulas para gallinas ponedoras también ayudan a reducir la propagación de enfermedades y facilitan el manejo. Sin embargo, el traslado de las gallinas a las jaulas debe realizarse correctamente, ya que un manejo inadecuado puede afectar negativamente a su productividad. Entonces, ¿qué debemos tener en cuenta al colocar gallinas ponedoras en jaulas? Exploremos juntos los puntos clave.

Problemas al transportar gallinas a una jaula en batería para ponedoras

Edad óptima para enjaular gallinas ponedoras

La edad adecuada para enjaular a las gallinas ponedoras es generalmente entre las 13 y las 18 semanas de edad. Este rango de edad puede garantizar que el peso de las gallinas ponedoras esté dentro del estándar normal y mejorar la tasa de producción de huevos durante el proceso de cría. Cabe señalar que las gallinas enjauladas no pueden superar las 20 semanas de edad, pero si las gallinas crecen bien, pueden seguir enjauladas después de los 60 días de edad. Cuando se enjaulan gallinas ponedoras, también es necesario agruparlas y enjaularlas en lotes según las diferentes tasas de crecimiento de las gallinas ponedoras.

Instalaciones y equipos

Después de enjaular a las gallinas ponedoras en una jaula en batería para ponedoras, es fundamental mantener su entorno de crecimiento original para evitar cualquier impacto negativo en su crecimiento y producción. Necesitamos equipar el equipo de cría correspondiente e instalar varias instalaciones de cría antes de enjaularlas. Además, es fundamental realizar inspecciones y reemplazos exhaustivos de estas instalaciones y equipos para evitar problemas en el proceso de cría posterior.

Agrupar y poner a las gallinas como sus comunes

Las jaulas para gallinas ponedoras deben ser científicas. No haga demasiado ruido, muévase con suavidad y no use demasiada fuerza. No asuste a las gallinas, de lo contrario provocará una reacción exagerada, lo que tendrá un gran impacto en el crecimiento y la producción de las gallinas ponedoras. Generalmente, las gallinas estresadas tendrán un apetito reducido y luego se debilitarán gradualmente, lo que afectará gravemente la salud de las gallinas. Los pollos deben agruparse y enjaularse según su ritmo de crecimiento, divididos en grupos y tandas para garantizar un desarrollo uniforme.

Mantenimiento del entorno

Después de colocar a las gallinas ponedoras en jaulas, se debe mantener su entorno de crecimiento original para evitar respuestas de estrés causadas por cambios ambientales repentinos, lo que incluye mantener condiciones adecuadas de temperatura, humedad y ventilación, garantizar la circulación del aire en el gallinero y minimizar la acumulación de gases nocivos.

Controles de salud

Realice controles de salud completos a las gallinas antes de colocarlas en jaulas para identificar y abordar cualquier posible problema de salud, como enfermedades o Desnutrición. Los controles sanitarios periódicos ayudan a detectar problemas de forma temprana y a tomar medidas correctivas para garantizar la salud y la productividad de la parvada.

Monitoreo continuo

Una vez en la jaula, las aves son monitoreadas continuamente para observar su comportamiento, alimentación, bebida y patrones de excreción. La detección temprana de problemas de estrés o de salud permite realizar ajustes oportunos en las medidas de manejo, como cambiar las formulaciones de los alimentos o mejorar el entorno, para garantizar que las aves se adapten al nuevo entorno y mantengan una alta capacidad de producción.

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